Benimerines
Benimerines, Mariníes o Meriníes (1258-1465) es el nombre castellanizado que reciben los Banu Marin, miembros de la dinastía bereber norteafricana más importante que surgió tras la caída y destrucción del Imperio Almohade y gobernó buena parte del Magreb a partir de 1268. Su origen estaba en el sureste del actual Marruecos, de donde fueron expulsados en 1224 por otra tribu, los Hilali. Posteriormente se asentaron más al norte y tomaron Fez en 1248, que convirtieron en su capital. Una vez instalados allí declararon la guerra a los debilitados almohades con la ayuda de mercenarios cristianos y se hicieron con el control de gran parte del Magreb hacia 1268, llegando por el este hasta Argelia y parte de Túnez.
Una vez conseguido todo esto, trataron de extender su control al tráfico comercial del Estrecho de Gibraltar. Para ello declararon la guerra santa a los cristianos y ocuparon sucesivamente las ciudades de Rota, Algeciras y Gibraltar, sitiando Tarifa por primera vez en 1294. También influyeron fuertemente sobre la política del Reino de Granada, donde a partir de 1275 destacaron importantes contingentes de tropas. Por entonces reinaba en Castilla Alfonso X, aunque en el momento de la primera invasión, que arrasó los campos circundantes de poblaciones como Écija y Jerez, aquel se hallara en tierras francesas para tratar de conseguir la corona del Imperio. EL sultán marroquí bebimerín y el rey de Granada entablan acuerdo mutuo de alianza. Abu el Hassan predica que «la tierra hispana será pronto conquistada y que habrá tierra para todos los musulmanes». En estas luchas muere el Almirante Alfonso Jofre Tenorio que fue decapitado.
Tras una serie de choques con la Corona de Castilla, su derrota estrepitosa en la Batalla del Salado (1340) a manos de una coalición castellano-portuguesa, marcó su fin en la Península Ibérica. A la muerte de Abu el Hassan, «el Sultán Negro» en 1351, su hijo Abu Inan (que se había rebelado contra él) le sucedió y gobernó siete años más, hasta que fue estrangulado por su propio visir en 1358, tocando la dinastía a su fin. La anarquía se extendió entonces por todo el país y el imperio de los benimerines se fracturó en múltiples reinos pequeños y ciudades-estado, como el Reino de Fez.